DE DERECHOS HUMANOS Y OTRAS COSAS
En los distintos cursos, que como personal policial tenemos, nos dicen en el rubro de los Derechos Humanos que éstos son “el conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral de la persona” (Comisión Nacional de los Derechos Humanos, 2020) y es aquí donde hoy me quiero detener un poco con una breve disertación desglosando cada frase de este concepto.
En esta frase se pueden distinguir dos vertientes, una que los Derechos Humanos se hagan realidad, es decir que no sólo queden en la teoría, sino que pasen a la praxis y otra que esa realidad sea efectiva, esto es que sea efectivo el mecanismo que haga que los Derechos Humanos realmente se apliquen en beneficio de las personas. Llegados a este punto tal vez alguien se pregunte ¿qué tiene que ver esto con la labor policial? Yo diría que mucho, si no es que constituye una parte esencial de todo aquel elemento de seguridad, policía, vigilante, soldado, escolta, en fin todos aquellos que formamos parte del grupo de personas a los que la sociedad nos ha encargado la importante labor de proteger y servir.
De hecho uno de los principios constitucionales por los que se rige la actuación policial de acuerdo con el artículo 21 es el respeto a los derechos humanos, aunque el texto es claro en la teoría resulta difícil ponerlo en práctica haciendo evidente que aún queda mucho camino por recorrer en esta materia, la realidad que se vive actualmente, los asaltos a transporte público que son cada vez más violentos, la trata de personas, el feminicidio, la violencia intrafamiliar que se agudizó con la pandemia y el flagelo que representa el crimen organizado para el país nos hace replantearnos cada vez con un mayor sentido de urgencia que es absolutamente necesario capacitar y profesionalizar al personal de seguridad en todas sus vertientes, para que su labor sea realizada con estricto apego a los Derechos Humanos.
Pero entendiendo esto no como una serie de medidas que restringen o entorpecen la labor policial, sino como una estrategia de seguridad que contemple la protección a las víctimas, la atención, seguimiento, persecución e investigación de los delitos y el respeto al debido proceso de los imputados que nos llevará a un esquema eficiente de impartición de justicia.
La naturaleza de la época que nos tocó vivir así lo exige, no es tiempo de simulaciones, no es tiempo de hacer como que hacemos, la sociedad exige un cambio en la forma de trabajar de las instituciones de seguridad, exige que éstas sean más eficientes, más conscientes, más profesionales, pero sobre todo más efectivas.
En todo esto no hay que olvidar que los integrantes de las instituciones de seguridad, forman parte de la sociedad a la que protegen, que por eso mismo y por el sólo hecho de ser personas también tienen derechos que deben ser respetados porque los Derechos Humanos los tenemos todos por el sólo hecho de ser personas y es por ahí por donde debemos empezar esta labor.
Inicié este artículo con la definición de los Derechos Humanos, es aquí donde debemos poner atención en la última frase del concepto que dice que la realización efectiva de los Derechos Humanos resulta indispensable para el desarrollo integral de una persona.
Desarrollo De Los Policías
Lo que debe perseguirse en cuanto a los cuerpos policiales es precisamente el desarrollo integral de los policías como individuos, por lo que las instituciones deben proveer los mecanismos necesarios, para que dentro de las mismas exista una verdadera carrera policial, donde el policía vislumbre no sólo un trabajo, sino un estilo de vida y un medio de desarrollo personal y familiar.
El artículo 79 de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública dice, entre otras cosas, que uno de los fines de la carrera policial es “garantizar el desarrollo institucional y asegurar la estabilidad en el empleo, con base en un esquema proporcional y equitativo de remuneraciones y prestaciones para los integrantes de las instituciones policiales”.
No es mi intención criticar o cuestionar lo que la ley dice, pero sí considero necesario comentar que el texto del artículo 79 me parece poco humano, porque habla de garantizar el desarrollo de las instituciones dejando a un lado a las personas y resulta que las instituciones están integradas por personas, pues son las personas las que hacen a las instituciones y no al revés, en este sentido es prioritario primero garantizar el desarrollo humano del personal para que así se pueda garantizar el desarrollo de las instituciones.
No es posible que una institución crezca si sus integrantes no crecen, además del esquema de remuneraciones y prestaciones del que habla la ley deben considerarse otros factores que realmente lleven al desarrollo integral del individuo, ya que es de esta manera como se enlazaría el esquema institucional con el concepto de Derechos Humanos que se planteó al inicio. Factores como el colocar a la gente adecuada en el lugar adecuado, para el logro pleno de los fines y metas establecidos, Jack Welch, director general de General Electric, sabía que poner a las personas adecuadas en los puestos adecuados es mucho más importante que desarrollar una estrategia, y es que de eso depende en gran parte el desarrollo integral del individuo que contribuye, asimismo, al desarrollo de las instituciones.
Hoy se habla de una cuarta transformación que pretende transformar a las instituciones y para hacerlo es necesario empezar a cambiar a las personas en el caso que nos ocupa, es urgente y necesario transformar la vida de los integrantes de las instituciones de seguridad creando estrategias, mecanismos y políticas públicas que contribuyan realmente al desarrollo integral de las personas que trabajan en el ámbito de la seguridad, alejándolas de las malas prácticas que durante años han venido dañando al país como el “amiguismo”, el “compadrazgo”, los llamados equipos de trabajo que son más bien grupos de amigos; para que así se llegue a la meta de conseguir el desarrollo integral de las instituciones y que eso nos sirva de manera efectiva para proteger y servir a la sociedad que tanto lo necesita.