Prevención Situacional del Delito
En repetidas ocasiones escuchamos la frase “la seguridad la hacemos todos”, y siendo una oración simple, directa y concisa, es probable que haya quienes aún no entiendan su significado. Existen factores que benefician los actos delictivos, como el dejar el bolso a la vista en un restaurante, levantarse al baño y dejar el teléfono móvil sobre la mesa de una cafetería, dejar abierto el carro al bajarse para ir al banco, en fin… Una serie de acciones que —aunque no son pretexto para delinquir, ni propiciadas conscientemente por las víctimas— facilitan el actuar de los amantes de lo ajeno.
La prevención es una práctica que aún no se lleva a cabo en todos los sectores de la sociedad, los expertos en seguridad realizan estrategias, modelos, etc., para prevenir la comisura de posibles delitos y disminuirlos a su vez. Existen otros factores del entorno social que pueden ayudar a disminuir los hurtos, estamos hablando de las estrategias vinculadas a la prevención situacional del delito, que implican la gestión, diseño y modificación del medio ambiente y urbano para reducir los delitos, por ejemplo la recuperación de espacios para actividades deportivas o recreativas, instalación de luminarias en zonas de mayor incidencia delictiva, recorte de arbustos, árboles, etc.
Pero no es sólo un concepto al aire, sino que existe toda una metodología y estudios para llevar a cabo la Prevención de la Delincuencia Mediante el Diseño Ambiental (CPTED, por sus siglas en inglés), un planeamiento multidisciplinario que se utiliza para disuadir a los delincuentes mediante el diseño del entorno urbano, estas acciones sobre el entorno buscan influir en las decisiones de la persona que intente delinquir, y puede ser desde algo sencillo como el uso estratégico de los arbustos hasta la construcción planificada de todo un fraccionamiento.
CONTEXTO SOCIAL ACTUAL DE MÉXICO
Para saber qué estrategias de prevención del delito aplicar, primero hay que investigar, analizar y conocer la situación social y de inseguridad que está sucediendo en el entorno urbano en el que se va a trabajar. Para ello se deben considerar los paradigmas actuales que enfrenta la seguridad y que ya no son los de hace 30 años, ni los de hace 10, sin embargo existen soluciones que con todo y los cambios se pueden adecuar.
“No vamos a poder dar seguridad si no ubicamos en qué paradigma y desde cuál estamos viendo las soluciones”, indicó Mario Arroyo Juárez, director ejecutivo de Seguridad Humana S.C., quien tiene más de 28 años de experiencia en la industria de la seguridad y explica el contexto social en el que vive México en la actualidad:
• Elevados índices de inseguridad y victimización.
• Existencia de grupos armados.
• Violaciones a los derechos humanos.
• Impunidad.
• Insuficiencias en el marco jurídico.
• Sistema penitenciario inoperante.
• Ineficacia de las instituciones.
• Corrupción.
• Desconfianza ciudadana.
• Ausencia de la cultura de la legalidad.
• Delincuencia organizada.
• Ciberdelincuencia.
“Se estima que para el año 2030 el 90% del territorio mexicano será urbano, lo que significa que todos viviremos en ciudades, la pregunta es ¿en estas ciudades? Entonces los terrenos de operación, de conflicto, de la delincuencia y del Estado serán campos de operación convertidos en ciudades.
¿Estamos preparados para estos desarrollos urbanos? ¿Cómo identificar personas, vehículos, domicilios si no contamos con tecnología? Si no tenemos registros, una cédula única de identidad como otros países ya la tienen, si no tenemos un padrón vehicular. Va ser muy difícil en un mundo altamente complicado lidiar con este universo de desconocidos que se puedan controlar y justo este anonimato, esta ausencia de control sobre personas, bienes y cosas va a incentivar el robo de éstas”, explicó Arroyo Juárez.
Esto quiere decir que ante un panorama de inseguridad como el que vive México y el constante desarrollo urbano sin políticas públicas eficientes y desarrollo de estrategias de prevención, la delincuencia irá aumentando. Es por ello la importancia en parte de entender el concepto de “la seguridad la hacemos todos”, esa creación de cultura de la seguridad que ayudará a disminuir los actos delictivos al menos en entornos urbanos.
PARADIGMAS DE LA SEGURIDAD
Al igual que en otras áreas y profesiones, los expertos en seguridad pueden basar sus estrategias aplicando paradigmas ya conocidos, modelos que pueden adaptarse para reducir los niveles delictivos tanto de su empresa como del entorno social.
Estamos hablando de los principios de la escuela clásica, positiva, de Chicago, Estados Unidos, el funcionalismo, culturalismo, interaccionismo, teoría del control, criminología crítica, criminología conservadora, criminología feminista, criminología administrativa, que van de 1790 a 1970, sin embargo entre 1970 y el año 2000 existe una crisis de paradigmas, lo que conocíamos se vio modificado, pues después de tantos años, los cambios ya fueron más evidentes y los modelos antes mencionados dejaron de funcionar en su totalidad, también para el sector de la seguridad.
A lo largo de estos casi 19 años a partir de que se dio la crisis de paradigmas, han surgido nuevas teorías y modelos con base en la situación actual de la inseguridad. Mario Arroyo explicó esta “Ruta nueva ideal” para el desarrollo de una seguridad humana (seguridad como protección), y una cultura del control (seguridad como vigilancia), a través de los siguientes enfoques:
1. Enfoques para la reducción del delito, a través de teorías como la de estilos, la teoría de las rutinas de actividades, de la prevención social, etc., útiles para aplicarse por ejemplo en los municipios del Estado de México con alta incidencia delictiva y que han demostrado que funcionan.
2. Prácticas sobre reducción del delito, considerando la geografía del delito, policía comunitaria, equipo de tácticas y armas especiales (SWAT, por sus siglas en inglés), seguridad privada, militarización, entre otras. Este enfoque no es tan asertivo, ya que todo va a depender del territorio donde se quiera aplicar, en algunos funciona en otros no, sobre todo hablando de policía comunitaria en donde la gente no está capacitada para dicha tarea y lo que sí es preferible cuando hay presupuesto, es pagar seguridad privada profesional.
3. Experiencias internacionales, proyectos que otros países han llevado a cabo para la prevención y reducción del delito en desarrollos urbanos, por ejemplo “Ciudades Seguras” de la Unión Europea, “Desarrollo, Seguridad y Paz” (DESEPAZ) en Colombia, y otros países como Italia, el Reino Unido, Francia, Estados Unidos.
PREVENCIÓN SITUACIONAL DEL DELITO (PSD)
La delincuencia es un asunto universal y por lo tanto las soluciones también deben ser universales, existen modelos de prevención que pueden aplicarse desde ataques terroristas hasta la prevención de delitos sexuales. “La prevención del delito es muy poderosa, sencilla y útil, consiste básicamente en lo siguiente: para que exista un delito debe haber una convergencia en tiempo y espacio de tres cosas, un ofensor motivado, un objetivo adecuado, y la ausencia de un guardián capaz… (Ver Figura 1). La PSD, sugiere dos sencillas cosas por hacer: que en primer lugar reduzca las oportunidades físicas para delinquir; y en segundo, incrementar las oportunidades para que el delincuente sea descubierto a tiempo”, explicó Arroyo Juárez.
Estas dos “sencillas” cosas se pueden lograr de acuerdo a las sugerencias de la PSD, a través de:
LAS 12 TÉCNICAS DE LA PREVENCIÓN SITUACIONAL DEL DELITO (PSD)
INCREMENTAR EL ESFUERZO
1. Dificultar el objetivo:
• Bastones de seguridad.
• Ventanas blindadas.
• Expulsor de objetos.
2. Control de acceso:
• Cercas.
• Interfon.
• Gafetes.
3. Desvío de ofensores:
• Ubicación de bares.
• Bloqueo de calles.
• Paredes para graffiti.
4. Control de facilitadores:
• Control de armas.
• Tarjetas de crédito con fotografía.
• Identificador de llamadas.
INCREMENTAR EL RIESGO
5. Monitoreo de entrada / salida:
• Revisión de equipaje.
• Entradas automáticas con boleto.
• Alarmas en mercancía.
6. Vigilancia formal:
• Vigilantes.
• Alarmas.
• Cámaras de velocidad.
7. Vigilancia por empleados:
• Jardineros.
• Teléfonos dentro de locales.
• Circuito Cerrado de Televisión.
8. Vigilancia natural:
• Iluminación pública.
• Espacios de protección.
• Programas de “Vecino vigilante”.
REDUCIR EL BENEFICIO
9. Remover el objetivo:
• Retirar el auto-estéreo.
• Tarifas exactas.
• Tarjetas telefónicas.
10. Identificar pertenencias:
• Marcar las propiedades.
• Identificar autopartes.
• Números de identificación personal.
11. Evitar incentivos:
• Limpieza de graffiti.
• Reparación rápida.
• No dejar objetos visibles en el auto.
12. Establecimiento de normas:
• Declaración de aduanas.
• Reglamentos de préstamos en bibliotecas.
• Registro en hoteles.
La prevención del delito situacional requiere de dificultar el objetivo, incrementar el esfuerzo, las posibilidades de que el delincuente sea descubierto y reducir el beneficio del delincuente sobre el objetivo. “Para que esto funcione tiene que haber dos condiciones: debe ser sistemático y permanente”, puntualizó Arroyo Juárez.