ABELARDO JAVIER ORTEGÓN SALINAS: PIONERO, VISIONARIO Y AMIGO
En memoria de nuestro querido amigo y colega
El sector de seguridad se encuentra de luto tras el reciente fallecimiento de Abelardo Javier Ortegón Salinas, presidente del Consejo en Segman y una figura pionera dentro del ramo, por lo cual Seguridad en América (SEA) decidió rendirle un homenaje para celebrar la trayectoria, la vida y el legado que deja.
TRAYECTORIA
Contando con una trayectoria profesional de más de 50 años, Abelardo fue, sin duda, una importante figura en el ámbito de la seguridad. Fue egresado de la carrera de Administración de Empresas en la Universidad del Valle de México (UVM). En 1967 asumió el cargo de Mayor, siendo ascendido con los años, hasta ser Teniente Coronel y subdirector general de la Policía Bancaria e Industrial, teniendo a 14 mil 500 personas bajo su comando.
En 1984, fungió como director de Logística en el Resguardo Nacional de Aduanas y como fundador, director o accionista de varias empresas, entre ellas: Alarmas Guardián, Consultores en Seguridad Integral, Remolques Rodela, Sistemas de Seguridad Rodela, RDL Supply, Segman, Grupo Inmobiliario Joslec, Inmobiliaria Pro México y MMI Metal Manufacturing Industries. Finalmente sirvió como presidente del Consejo en Segman, S.A. de C.V.
PRECURSOR Y GRAN PERSONA
Una de las figuras más cercanas en la vida de Abelardo fue Alberto Lascuráin, CEO de Argus Intelligence, quien lo conoció hace 40 años cuando Abelardo era asesor de Seguridad para la cadena de tiendas de supermecado Gigante, su relación profesional se convirtió en una estrecha amistad y una relación de hermandad que se conservó y perduró con los años.
“Para mí fue un excelente esposo, padre, abuelo, hijo, hermano, jefe y amigo en lo personal. Empezamos siendo clientes, una relación comercial y de ahí con el tiempo fuimos pasando a amigos y en los últimos 20 años fuimos amigos fraternos, prácticamente hermanos, hasta los últimos días de su vida. Él me dio el privilegio de poder estar con él hasta sus últimos días, y eso es algo importante para mí”, platicó Alberto.
Alberto cuenta, de primera mano, quién era Abelardo como persona, cómo se desenvolvía y se relacionaba con los demás, dando ejemplo de su excelente personalidad y sus valores ejemplares: “Excelente persona, acudías con él y siempre te daba un buen consejo, te ayudaba, opinaba, te decía cómo y luego te enseñaba a hacerlo. Siempre que pedías un consejo o comentabas cualquier situación, al poco tiempo te preguntaba al respecto”.
Hablando de seguridad, Alberto resaltó su figura pionera en la rama, su desenvolvimiento y su forma de marcar el ejemplo a otros profesionales. “Fue un precursor de todo lo que fue la seguridad electrónica, porque anteriormente todo era muy rústico en cuanto a los sistemas de seguridad, él empezó y fue de los pioneros en su generación”, agregó. Ejemplificando su estrecha relación personal, Alberto comentó su forma de negociar y llevar a cabo sus acuerdos: “Abelardo y yo siempre trabajamos a la palabra, nuestra palabra empeñada era el mejor compromiso, para nosotros era lo más importante”.
Las generaciones predecesoras marcaron un estandarte al dedicarse a la seguridad, sin dudarlo, establecieron pautas y forjaron los caminos para hablar de seguridad. Mucha gente del sector puede coincidir en que, figuras como Abelardo Ortegón, tuvieron roles primordiales en la formación del campo, y él en particular, fue considerado precursor de diversas técnicas y áreas de oportunidad en la seguridad. Una figura inspiradora para los profesionales en seguridad que le siguieron.
BIG BROTHER
Ante el inminente cambio generacional, Abelardo no tuvo preocupaciones en cuanto a las etapas posteriores de la vida, al contrario, se preparó y preparó a su hijo, Javier Ortegón Eisenhut (actual director general de Segman), para hacerse cargo, marcando un ejemplo de integración familiar en el ámbito: “Siempre fue visionario, es impresionante. Él hace 10 años, comenzó a preparar a Javier, su hijo, y cuando me lo comentó yo comencé a tomar notas y a preparar a los míos. Es importante que la familia sea partícipe, así como él fue alistando a su hijo, se fue retirando”, comentó Alberto. Aunque en un principio Alberto no comprendía la decisión de Abelardo de actuar de esa manera, al final comprendió el valor de unificar la familia y el trabajo, ya sea cuando uno esté presente o no.
Quienes conocieron a Abelardo íntimamente como Alberto, lo describen como un hombre de bien, de respeto, alguien que se preocupaba tanto por sus amigos y familia, como por sus empleados y sus familias, un mediador de conflictos, un maestro o sensei para muchos, un big brother (como Alberto y sus amigos lo apodaron de cariño), por su rol de aconsejador, ayudante y apoyador genuino, sin interés, alguien que verdaderamente estaba al pendiente. Alberto señaló el hecho de compartir alegrías y tristezas, y no tiene más que palabras de agradecimiento hacia él, por permitirle estar en su vida.
Pionero, precursor, visionario, maestro, amigo, hermano, son muchas las palabras que pueden describir a Abelardo Ortegón, un personaje destacado cuando se busca hablar de seguridad, o un amigo incondicional, apasionado de la pesca y de apoyar a quien lo necesita, en el ámbito personal. El camino forjado por Abelardo es uno que muchos agradecen y que coinciden que, ahora con su partida, su trabajo hecho en la rama y las relaciones que forjó como ser humano son parte de su legado, un legado que perdurará con el tiempo y que, sin duda, será recordado por las generaciones por venir. Que en paz descanse.
Agradecemos a Javier Ortegón Eisenhut y Alberto Lascuraín por haber compartido sus recuerdos y fotografías para la realización de este homenaje.