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Mercenarios a sueldo: crimen organizado mexicano recluta élite militar extranjera

Desde los años 90, los cárteles en México han incorporado a ex militares de Guatemala y Colombia en sus filas, elevando la capacidad táctica y la crueldad de sus operaciones. El uso de drones, minas y armamento de alto calibre confirma su evolución hacia estructuras paramilitares.

CIUDAD DE MÉXICO.— La violencia en México ha dejado de ser únicamente el resultado del crimen común: hoy, algunos cárteles operan como ejércitos privados. La profesionalización de sus estructuras comenzó a finales de los años 90, cuando Los Zetas, entonces brazo armado del Cártel del Golfo, comenzaron a reclutar a ex kaibiles, una temida unidad de élite del Ejército de Guatemala, reconocida por su disciplina extrema y sus métodos brutales.

Estos mercenarios extranjeros no solo fortalecieron la capacidad de fuego de Los Zetas, sino que introdujeron tácticas militares avanzadas, entrenamiento formal y una escalada de sevicia que incluyó grabaciones de tortura, asesinatos sistemáticos y, en casos documentados, incluso canibalismo.

"El sello de los kaibiles era hacer confesar a sus víctimas frente a una cámara antes de ejecutarlas. Su presencia en México marcó un antes y un después", reveló a Grupo REFORMA un alto mando militar en retiro.

De Guatemala a Colombia: la nueva cara del sicariato

Con la ruptura entre Los Zetas y el Cártel del Golfo en 2010, esta fórmula se replicó en otras organizaciones criminales. Desde 2020, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Santa Rosa de Lima y Los Viagras, enemigos del CJNG en Michoacán, comenzaron a reclutar ex militares colombianos.

El patrón se repite: entrenamiento táctico, disciplina de guerra, y un notable incremento en el uso de tecnología bélica, como drones con explosivos, minas terrestres ocultas, y fusiles calibre .50.

En octubre de 2023, autoridades mexicanas detuvieron a ocho colombianos señalados como fabricantes de explosivos para Los Viagras, utilizados en ataques a comunidades y grupos rivales en Tierra Caliente.

Un modelo replicado y en expansión

Este fenómeno no es aislado. A lo largo de los últimos 20 años, las autoridades mexicanas han documentado varios momentos clave:

  • 2005: La Sedena confirma los primeros vínculos entre kaibiles y Los Zetas.

  • 2006-2007: Inteligencia militar reporta un fortalecimiento del cártel gracias a estos vínculos.

  • 2011: Guatemala reconoce que ex kaibiles se integran a organizaciones criminales mexicanas por pagos de hasta 5 mil dólares mensuales.

  • 2020 en adelante: Se detecta el ingreso sistemático de ex militares colombianos en los principales cárteles mexicanos.

Del crimen a la insurgencia criminal

Con estos refuerzos, los cárteles no sólo han ampliado su poder de fuego, sino también su control territorial y capacidad de confrontar directamente a las fuerzas armadas. Las autoridades mexicanas han comenzado a bloquear cuentas bancarias ligadas a ciudadanos colombianos vinculados con estas redes, en un intento por frenar el financiamiento de lo que ya no se percibe únicamente como delincuencia organizada, sino como un modelo híbrido de insurgencia criminal y mercenarismo internacional.