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Acusa EU por primera vez a líderes del narco mexicano de narcoterrorismo

El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó cargos sin precedentes por narcoterrorismo contra Pedro Inzunza Noriega y su hijo, señalados por encabezar una de las redes de producción de fentanilo más grandes del mundo, vinculada al Cártel de Sinaloa. La acusación se respalda en la reciente designación de este cártel como organización terrorista extranjera.

WASHINGTON.- Por primera vez en su historia, el Gobierno de Estados Unidos presentó cargos formales por narcoterrorismo contra miembros del crimen organizado mexicano. Pedro Inzunza Noriega, conocido como "El de la Silla", y su hijo Pedro Inzunza Coronel, alias "Pichón", fueron acusados por el Departamento de Justicia de participar en la producción y tráfico de fentanilo como parte de una organización que, según las autoridades, opera bajo esquemas terroristas.

La acusación, actualizada en febrero de 2025 y originalmente abierta en agosto de 2024, se sustenta en la decisión del presidente Donald Trump de clasificar al Cártel de Sinaloa como Organización Terrorista Extranjera (FTO, por sus siglas en inglés), junto a otros cinco cárteles mexicanos.

“El Cártel de Sinaloa es una organización terrorista compleja y peligrosa. Desmantelarlo exige una respuesta judicial innovadora y contundente”, afirmó Pam Bondi, Fiscal General de Estados Unidos. Añadió que buscarán cadena perpetua para los señalados.

La investigación estuvo a cargo de la Agencia de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI), como parte de la operación nacional “Recuperemos a Estados Unidos”, enfocada en frenar el tráfico de fentanilo, droga responsable de cientos de miles de muertes por sobredosis en el país.

Ambos Inzunza, originarios de Los Mochis, Sinaloa, lideran una facción de los Beltrán Leyva con fuerte presencia en estados como Baja California, Sonora y Jalisco. La acusación destaca su papel como responsables de una red de producción y exportación de fentanilo considerada entre las más sofisticadas a nivel mundial. En diciembre pasado, las autoridades mexicanas decomisaron más de 1.65 toneladas del opioide sintético en Culiacán, hecho calificado por Estados Unidos como la mayor incautación de esta droga en la historia.

Además de narcoterrorismo, los cargos incluyen conspiración para el tráfico internacional de drogas, lavado de dinero, apoyo material al terrorismo y empresa criminal continua. Estas imputaciones conllevan penas que van desde los 20 años de prisión hasta cadena perpetua, además de multas millonarias.

La acusación también involucra a otros cinco individuos: David Alejandro Heredia (Jalisco y Sinaloa), Javier Alonso Vázquez (Sinaloa), Daniel Eduardo Bojórquez (Sonora), Óscar René González (Guatemala) y Elías Alberto Quirós (Costa Rica), todos presuntos colaboradores de la red de los Inzunza.

La designación de los cárteles como grupos terroristas, oficializada por Trump mediante orden ejecutiva en enero de este año, busca restringir su acceso al sistema financiero estadounidense y habilita mecanismos judiciales más agresivos para desarticular sus operaciones internacionales.