El "Chapito" evade captura con túnel en Culiacán, revela WSJ
Iván Archivaldo Guzmán, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, escapó de una redada militar a través de un túnel escondido en una casa de seguridad. Estados Unidos ofrece 10 millones de dólares por su localización.
Culiacán, Sinaloa. Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán y uno de los líderes más buscados del Cártel de Sinaloa, evadió una operación de fuerzas especiales mexicanas a inicios de este año, reveló The Wall Street Journal.
Según el medio estadounidense, el objetivo del operativo era capturar al también conocido como “El Chapito”, considerado por autoridades mexicanas y estadounidenses como el principal operador del tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.
Una escena que recuerda al “Chapo”
El escape ocurrió en una casa de seguridad en Culiacán, donde las autoridades encontraron un armario oculto en un baño que daba acceso a un túnel bien iluminado, lo suficientemente alto para caminar. Este pasadizo subterráneo se extendía por tres manzanas hasta desembocar en una vivienda deshabitada.
En el inmueble abandonado por Guzmán quedaron más de 15 celulares de prepago, laptops, fotos familiares y una colección de souvenirs deportivos, incluyendo gorras firmadas por beisbolistas famosos.
La escena recuerda a las célebres fugas de su padre, “El Chapo”, quien en 2015 escapó de una prisión federal a través de un túnel de 1.6 kilómetros con rieles y motocicleta, y un año después volvió a eludir a las autoridades por un ducto oculto tras un espejo.
Red de protección civil y criminal
Iván Archivaldo, de 41 años, lidera junto con sus hermanos la facción de los “Chapitos”, considerada la más poderosa dentro del Cártel de Sinaloa. Fuentes mexicanas afirman que el capo se mueve por Culiacán con círculos de seguridad concéntricos, una red de informantes civiles que incluye desde policías, personal del aeropuerto y hoteles, hasta vendedores ambulantes.
El capo rara vez realiza llamadas telefónicas y mantiene distancia de su familia directa para evitar ser rastreado.
La cacería sigue
Aunque las fuerzas federales estuvieron cerca de capturarlo —tras la detención de uno de sus pilotos y dos jefes de seguridad que los condujeron a su guarida—, el operativo fracasó debido a las medidas de protección del inmueble: puertas reforzadas con acero, habitaciones blindadas y el túnel de escape.
Guzmán está señalado por el Departamento de Justicia de EE. UU. como uno de los mayores traficantes de fentanilo del mundo. Hay una recompensa de 10 millones de dólares por su captura.
Presión internacional
La presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta una presión creciente de Estados Unidos, que exige resultados en el combate a los cárteles. Incluso el expresidente Donald Trump ha planteado permitir el ingreso del Ejército estadounidense a territorio mexicano, una propuesta que genera tensión diplomática.
La fuga de Guzmán subraya los enormes desafíos para el Estado mexicano: desmantelar estructuras criminales profundamente enraizadas en regiones como Sinaloa, donde los capos aún gozan de lealtad comunitaria, impunidad operativa y poder militar.