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EL IMPACTO POSITIVO DE LA PARTICIPACIÓN DE LOS JÓVENES EN LA GESTIÓN PERÚ DE RIESGOS

La inclusión de los jóvenes en la gestión de riesgos no sólo fortalece su desarrollo profesional, sino que también aporta creatividad, innovación y dinamismo a las empresas.

Todas las empresas desempeñan u papel cada vez más relevante en la sociedad en genera y en la vida de los ciudadanos en particular. En este contexto, la gestión de riesgos y la continuidad del negocio son factores fundamentales para la supervivencia de cualquier organización en escenarios dinámicos y cambiantes.

Para ello, es imprescindible contar con la colaboración de todos los empleados y trabajadores, con el objetivo de generar soluciones, escenarios, respuestas y estrategias efectivas.

La incorporación de los jóvenes al ámbito laboral aporta grandes beneficios, ya que les permite desarrollar mayor autonomía al enfrentarse a situaciones desafiantes fuera de su zona de confort. Además, les ayuda a adquirir nuevas habilidades y reforzar las ya existentes.

Una cualidad fundamental para la gestión de riesgos es la capacidad de trabajar en equipo, tomar decisiones de forma autónoma, resolver problemas de manera independiente y adaptarse a distintos entornos.

DESAFÍOS DE LA DIVERSIDAD GENERACIONAL

Muchos empleados de la generación baby boomer perciben en los jóvenes una falta de disciplina, compromiso y to- lerancia a la frustración. Sin embargo, la clave está en fomentar una relación intergeneracional que permita combinar fortalezas y experiencias.

La diversidad generacional representa una oportunidad invaluable para enriquecer la cultura de coordinación dentro de las organizaciones. Al sentirse parte del sistema, los jóvenes contribuyen a un ambiente de trabajo colaborativo, aportando energía, creatividad, ingenio y una visión innovadora que impulsa la competitividad empresarial.

Los jóvenes no sólo aportan nuevas perspectivas, sino que también fomentan el desarrollo organizacional. Su participación propicia un intercambio de conocimientos y habilidades en el que todos los involucrados salen beneficiados. Además, su integración en la gestión de riesgos obliga a las organizaciones a ser más innovadoras y competitivas.

Al desafiar la estructura tradicional, los jóvenes impulsan a las empresas a adaptarse a las nuevas generaciones y a mejorar sus productos y servicios. También favorecen el networking interno y externo, proporcionando una visión más actualizada y atractiva para los clientes.

INNOVACIÓN Y CREATIVIDAD: CLAVES PARA LA COMPETITIVIDAD

Estudios globales demuestran que los países con un alto índice de innovación y creatividad son más eficientes en la satisfacción de las necesidades del mercado. La innovación se refiere al diseño, desar- rollo y aplicación de nuevos productos, servicios o tecnologías, mientras que la creatividad es el proceso de generar o transformar ideas en soluciones valiosas para la sociedad.

Los jóvenes destacan por su capacidad para generar novedades creativas, así como por su agilidad y adaptabilidad al cambio, lo que los convierte en un activo clave para la evolución empresarial.

Si las empresas no realizan un esfuerzo serio por atraer y retener a los jóvenes, podrán enfrentar dificultades a largo plazo. Actualmente, los baby boomers están jubilándose con una vida activa por delante, mientras que la generación X tiene un tamaño que apenas cubre las necesidades empresariales.

En este contexto, las empresas competirán por el talento joven de la misma forma en que han competido por sus clientes en décadas recientes. La reducción del desempleo juvenil en los últimos años también ha influido en que los jóvenes tengan mayores opciones de movilidad laboral.

La mentoría se ha convertido en una estrategia clave en la gestión de riesgos y en los programas de formación empresarial. En este esquema, un joven con mayor experiencia ofrece apoyo, orientación y ejemplo a otro con menos experiencia, facilitando el aprendizaje y fortaleciendo sus capacidades.

Este modelo de tutoría fomenta la ayuda mutua y el desarrollo profesional, generando un impacto positivo tanto en los empleados como en la organización.

Los jóvenes aportan ideas frescas, nuevas estrategias y una visión de futuro que es fundamental en el mundo actual. Cada vez más empresas están creando espacios que motiven a esta generación a potenciarse, asumir retos y convertirse en protagonistas del futuro empresarial.

Incorporar a los jóvenes en la gestión de riesgos no sólo es beneficioso para su desarrollo profesional, sino que también fortalece a las organizaciones, haciéndolas más innovadoras, resilientes y competitivas.