Seguridad en América | Post

Como líderes de seguridad, sabemos que los sistemas y protocolos, las políticas, los procesos y procedimientos son clave para mantener o mejorar las condiciones de seguridad. Pero, ¿qué tanto tomamos en cuenta la psicología de las personas que interactúan con ellos, incluyendo a nosotros mismos?

West & Brown, en su ensayo “The Psychology of Security”, explican cómo nuestras decisiones de seguridad están profundamente influenciadas por emociones, creencias y sesgos; al final somos personas. Aquí algunos puntos que vale la pena reflexionar:

• La percepción del riesgo no siempre es lógica. Muchas veces, las personas se preocupan más por amenazas visibles o recientes, y descuidan amenazas menos evidentes, pero igual de importantes.

• El sesgo del optimismo. La idea de que “eso a mí no me va a pasar” es muy común, incluso en quienes deberían ser más conscientes de los riesgos. Este sesgo puede influir en cómo priorizamos las medidas de seguridad. Lo familiar genera confianza. Las per- sonas se sienten más cómodas haciendo las cosas como siempre las han hecho, en los ambientes que conocen, aunque esto pueda

  exponerlas a diferentes riesgos.

  Como líderes en seguridad, es esencial entender cómo nuestra gente percibe y reacciona ante las amenazas y los riesgos. Pero no ol- videmos que nosotros también podemos caer en estas mismas tram- pas psicológicas y tenemos que ser conscientes de ello.

¿CÓMO PODEMOS ABORDAR ESTO?

• Diseñando estrategias de comunicación diversas que expliquen los riesgos de manera clara y relevante para las personas, y que, con esto hagan conciencia y los sensibilicen, para entonces que decidan actuar, por su propia voluntad, convencidos.

• Creando sencillos hábitos y medidas de seguridad a través de ejemplos prácticos, entrenamiento constante y refuerzos positivos, que les permitan reducir la posibilidad de ser afectados por los riesgos, para que tengan vidas y operaciones más tranquilas y más seguras.

  • Recordando que el contexto y la cultura de la or- ganización influyen directamente en cada decisión que se toma.
  La seguridad no sólo se construye con sistemas robustos, sino también entendiendo cómo piensa y actúa nuestra gente, y cómo lo hacemos nosotros mismos. El cambio cultural en seguridad es un proceso continuo, alineado con la misión, visión y valores de la organización, para ser efectivo y sostenible a largo plazo.

  El líder de seguridad es el promotor del cambio cultural en seguridad. Es quien establece una visión clara, promueve la conciencia, el aprendizaje y la mejora continua, y traza una estrategia de comunicación permanente para este proceso evolutivo.

  Porque liderar en seguridad, es liderar con empatía y autoconciencia.

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