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EL LIDERAZGO DE HOY: UN COMPROMISO CON LA EMPATÍA A TODO NIVEL.

Un líder está invitado a ser gestor de cambio dentro y fuera de la organización, a inspirar a las personas de sus entornos.

Según "el Informe Liderazgo 360" del Colegio de Estudios Superiores de Administración (CESA), el 55% de los gerentes encuestados afirmó que la comunicación de manera efectiva, coherente y transparente es la primera estrategia para enfrentar los retos actuales en materia de liderazgo.

Hoy en día ya no se trata de tener una cultura organizacional que permee los altos cargos, se trata de tener una cultura real, que sea transmitida de manera horizontal a todos los colaboradores, incluso con nuestros públicos externos; es de esta forma como aseguramos un ambiente dentro y fuera de la organización que promueva la confianza, el sentido de pertenencia, la fidelidad y sobre todo la claridad hacia dónde vamos, cuál es nuestra misión, qué esperamos de nuestros equipos, qué nos preocupa, qué nos motiva, en definitiva, ser el timón del barco de un equipo de seres humanos al que debemos inspirar con transparencia, conocimiento y empatía, sin olvidar la brújula que lo dirige a ese propósito mayor.

FORMAS DE CONECTAR

Los líderes que logran conectar a sus colaboradores emocionalmente con su trabajo, suelen tener equipos que responden de una manera más positiva a los retos y éxito del negocio.

El mundo se ha transformado aceleradamente en la última década trayendo consigo cambios inminentes en la forma como vivimos, nos conectamos, hacemos negocios, interactuamos y lideramos. Si bien el 2020 y el 2021 han sido años atípicos en todos los sentidos, los desafíos que enfrentan hoy los CEO, los gerentes y grandes directores de compañías son un reflejo de aquello que viene ocurriendo desde hace algún tiempo; ser sostenibles, innovar a cada paso, aplicar nuevas tecnologías digitales y comprender al talento humano, al consumidor o cliente desde nuevos formatos, son muchos de los retos que se suman a lo que hoy nos exige una sociedad en plena metamorfosis. Los directivos de todos los niveles no pueden limitarse a reaccionar ante la transformación, tienen que liderar el cambio y ser agentes directos en el proceso de reinvención, pero ¿cómo serlo sin olvidar que debemos inspirar, mantener nuestra marca personal de liderazgo y cumplir los objetivos corporativos a corto y largo plazo?

Si bien la situación actual nos ha dejado como enseñanza atender siempre desde el liderazgo este pilar, la realidad debe ir más allá de lo que nos impone un contexto particular. Actualmente los directores, gerentes o cabezas de equipos debemos considerartres estrategias claves para conectar efectivamente con nuestros colaboradores:

1) Ser guía y orientador: no se trata de ser un líder que informa las decisiones, sino que despierta habilidades nuevas en su equipo para aportar a los objetivos de negocio y el crecimiento de la organización desde un trabajo integral; la clave está en empoderar.

2) Escuchar y valorar: comprender dónde está el equipo, cuáles son sus fortalezas, sus oportunidades de mejora, en qué momento laboral, personal y emocional se encuentran; nos ayuda, como líderes, a entender y atender las necesidades de todos, construyendo un plan de desarrollo organizacional mucho más robusto y sin fisuras. Escuchar siempre será el activo de comunicación más sólido para generar confianza, participación e inclusión.

3) Generar autoconfianza e inspirar: cuando atravesamos situaciones a las que no estamos preparados, es donde ponemos a prueba el poder de resiliencia y seguridad de nuestros equipos y de nosotros mismos: los líderes. Sin embargo, no debemos esperar a que llegue el momento del "combate", como indica Gleeson, para incentivar y entregar confianza en medio del caos; el papel de un líder es inspirar e imprimir día a día, en cada una de las personas de su equipo, la convicción, la firmeza y la autoconfianza para actuar como unidad y no perder el norte la misión que nos identifica como compañía, así estemos o no en momentos de crisis.

Como líderes afrontamos día a día grandes retos que nos invitan a reinventarnos, y aunque no existe un estilo único para hacerlo, la comunicación, la transparencia y la empatía, siempre serán recursos valiosos para ir un paso adelante del cambio y ser la brújula que dirige el timón del barco: el equipo.

En resumen, el liderazgo nos compromete no sólo con las perso- nas que engloban cada área del negocio, también nos vincula de ma- nera profunda y personal con los intereses de la sociedad. Actual- mente, un líder está invitado a ser gestor de cambio dentro y fuera de la organización, a inspirar a todas las personas de sus entornos y a ser un comunicador transparente y referente de confianza y empatía; dos atributos transversales que deben acompañar y definir al líder en cada paso.

¿QUÉ DEBEN HACER LOS LÍDERES DEL SIGLO XXI?

Deben ser capaces de navegar por la complejidad, fomentar la innovación y la agilidad, y desarrollar una mentalidad de aprendizaje continuo tanto para ellos mismos como para sus equipos.

La ética y la responsabilidad social también se han vuelto fundamentales en el liderazgo del siglo XXI, ya que las organizaciones son cada vez más evaluadas por su impacto en la sociedad y el medio ambiente.

Los líderes deben demostrar integridad, transparencia y un compromiso con el desarrollo sostenible, al tiempo que equilibran las demandas de múltiples partes interesadas.

DESAFÍOS QUE ENFRENTA EL LIDERAZGO EN LA ACTUALIDAD

Exploremos algunos de los principales desafíos que enfrentan los líderes en la actualidad:

La era de la información:

El acceso inmediato a una gran cantidad de información puede ser abrumador y dificultar la toma de decisiones acertadas.

Los líderes necesitan desarrollar habilidades para filtrar información relevante, evaluar fuentes de manera crítica y discernir entre lo que es importante y lo que es urgente.

1) La globalización y la diversidad:

Un mundo globalizado e interconectado significa trabajar con equipos multiculturales y lidiar con diferentes perspectivas, valores y estilos de comunicación.
Los líderes necesitan ser sensibles a las diferencias culturales, promover la inclusión y fomentar la colaboración efectiva en entornos diversos.

2) La aceleración del cambio tecnológico:

La rápida evolución de la tecnología exige que los líderes se adapten constantemente. Deben aprender nuevas habilidades y estar dispuestos a experimentar con enfoques innovadores.

La agilidad mental y la capacidad de abrazar el cambio son esenciales para liderar en un entorno tecnológico en constante transformación.

3) La incertidumbre y la complejidad:

El mundo actual es cada vez más incierto y complejo, lo que dificulta la predicción del futuro y la planificación a largo plazo.
Los líderes necesitan ser tolerantes a la ambigüedad, capaces de manejar situaciones complejas y tomar decisiones bajo presión.

4) La responsabilidad social:

Las empresas y organizaciones del siglo XXI están llamadas a tener un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
Los líderes necesitan definir un propósito claro y significativo que inspire a sus equipos y guíe las acciones de la organización.

¿CÓMO PUEDEN LOS LÍDERES ENFRENTAR ESTOS DESAFÍOS?

  • Desarrollar una mentalidad de aprendizaje continuo: La educación y el desarrollo personal son esenciales para mantenerse actualizados y adquirir las habilidades necesarias para liderar en el siglo XXI.

  • Fomentar la innovación y la creatividad: Un ambiente donde se valora la creatividad y la experimentación es crucial para encontrar nuevas soluciones y adaptarse a los cambios.

  • Comunicar de manera efectiva: La comunicación clara, transparente e inspiradora es fundamental para motivar a los equipos, construir confianza y generar consenso.

  • Empoderar a los empleados: Confiar en las habilidades y capacidades de los empleados y darles autonomía para tomar decisiones es esencial para fomentar el compromiso y la responsabilidad.

  • Promover una cultura de colaboración: El trabajo en equipo y la colaboración son esenciales para lograr objetivos comunes y superar desafíos complejos.

  • Practicar la inteligencia emocional: La capacidad de comprender y gestionar las emociones propias y las de los demás es fundamental para construir relaciones sólidas y liderar con empatía.

Pero sin duda la acción más eficiente que puede hacer un líder es Capacitarse. Y aquí es donde entran en acción los entrenamientos corporativos.

En resumen, el líder del siglo XXI es una persona con fuertes habilidades de liderazgo, una alta autoestima y confianza en sí misma, habilidades sociales y emocionales desarrolladas. Es capaz de cohesionar, motivar e inspirar a su equipo en tiempos cambiantes. El crecimiento personal de los líderes se convierte en un factor diferencial que permite a las organizaciones destacar en un mercado competitivo.