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México, rezagado en contratación de seguros contra ciberataques.

La baja penetración de ciberseguros en México pone en riesgo a usuarios y empresas, especialmente en el sector financiero, donde las amenazas de ransomware y cibercriminales son recurrentes.

La contratación de seguros contra ciberataques en México es prácticamente inexistente tanto para personas físicas como para empresas, pese al aumento de vulnerabilidades, particularmente en el sector financiero, advirtieron especialistas de Grupo Interesse, firma de consultoría en seguros.

Mauricio Torres, socio y director general adjunto del bróker de seguros, explicó que el alto costo de los ciberseguros es uno de los principales obstáculos para su adopción. “Todos los sectores son vulnerables, pero el financiero sin duda es el más afectado. Sin embargo, México tiene una baja penetración en seguros, no solo en ciberseguros, sino en general,” afirmó Torres.

Según datos de KPMG, el 83 por ciento de las empresas en el país sufrió algún tipo de ciberataque en los últimos 12 meses. A pesar de esto, muchas empresas solo contratan ciberseguros porque es un requisito de sus matrices corporativas, sobre todo cuando operan como multinacionales.

Evolución de amenazas cibernéticas

Durante 2024, los principales riesgos cibernéticos fueron los ataques de ransomware y las operaciones de grupos cibercriminales. Un análisis del Banco de México (Banxico) mostró un aumento en la incidencia de amenazas relacionadas con ciberseguridad, especialmente ransomware, que pasó de 10 eventos destacados en 2023 a 26 en 2024, según el índice de noticias sobre ciberriesgos.

Impacto y perspectivas

En algunas empresas, los ciberseguros están integrados en pólizas más amplias de daños, pero el desconocimiento sobre su alcance y los altos costos dificultan su expansión en el mercado mexicano. “Es urgente generar conciencia y políticas que incentiven el uso de estos seguros, ya que los ataques seguirán creciendo,” puntualizó Torres.

Especialistas coinciden en que México enfrenta un área de oportunidad para protegerse mejor frente a riesgos cibernéticos, especialmente en sectores críticos como el financiero, donde la vulnerabilidad es máxima.