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MEJORES PRÁCTICAS DE GESTIÓN DE VULNERABILIDADES EN LAS ORGANIZACIONES PARA LA TOMA DE DECISIONES: UN ANÁLISIS COMPLETO

Nuestro colaborador invitado proporciona un análisis completo y detallado de las mejores prácticas para la gestión de vulnerabilidades organizacionales.

Hoy en día en el contexto de ciberseguridad, cuando nos referimos a los actores de amenaza, todos nos conducen a un mismo camino: esas debilidades o fallas inherentes de un sistema o componente, mejor conocidas como vulnerabilidades, que, si se desencadena o se actúa en consecuencia, podrían causar un evento de riesgo de los activos valiosos, incluida la información. Por ello la gestión de vulnerabilidades es una estrategia que debe ser incluida en cualquier programa de seguridad.

Toda organización debe tomar la postura para evaluar esa probabilidad de que un evento de riesgo ocurra y tomar esas medidas que se adecuan a su entorno para mitigar o reducir ese riesgo. Recordemos que el riesgo nace de la intersección entre un activo (lo que necesita protección), una vulnerabilidad (la brecha o debilidad) y una amenaza (algo o alguien que tiene como objetivo explotar una vulnerabilidad). Aquí radica esa vital importancia y es donde se entra en ese emocionante campo de batalla de la ciberseguridad, pues los profesionales en ciberseguridad utilizan sus conocimientos y habilidades para determinar cómo usar los datos de riesgo de manera eficiente, trabajar de manera transversal y por supuesto informar de manera digerible sobre los hallazgos a las partes interesadas para la toma de decisiones.

EMPEZAMOS CON UN CICLO COMPLETO Y CONTINUO:

1) Descubrir: Es la sección donde se identifican todos los activos de la red, incluidos los sistemas operativos, el software y el hardware.

2) Priorizar: Dividir los activos en grupos y darle un valor según cuán importantes son para tu empresa.

3) Evaluación: Llevar a cabo una evaluación de las vulnerabilidades detectadas.

4) Corrección: Implementar las soluciones requeridas para reducir las vulnerabilidades.

5) Verifique: Asegurarse que las soluciones aplicadas han reducido efectivamente las vulnerabilidades.

6) Informe: Mantenga un registro de todo el proceso y los resultados.

¿TODO QUEDA EN AUTOMATIZACIÓN? LA IMPORTANCIA
DEL ANÁLISIS HUMANO:

Cuando entramos al terreno de las vulnerabilidades podemos encontrarnos con una gran cantidad de soluciones que permiten automatizar estos procesos, con la finalidad de optimizar las cargas de traba- jo, pero hay algo que no se debe desprender de estos procesos: la capacidad analítica humana, que es la que permite la toma de decisiones para cada diversidad de objetivos de cada organización, pues tengamos en cuenta que la priorización de cada vulnerabilidad depende totalmente del apetito del riesgos de la mis- ma organización.

Adoptar formas de trabajo transversales y multidisciplinares que permitan abordar las siguientes pautas:

Priorización de vulnerabilidades: Considerar el contexto empresarial, el apetito al riesgo y el impacto potencial de cada vulnerabilidad en el negocio.

Seleccionar las formas de mitigación adecuadas: Al evaluar las diferentes opciones, se considera el costo, la complejidad de realizarlo y la compatibilidad con los servicios, software y sistemas existentes.

• Interpretación de los datos y resultados: El análisis de datos que se obtienen de las pruebas para la verificación e identificación de posibles errores, brechas o falsos positivos, y tomar decisiones sobre las mejores acciones correctivas.

LA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA PUEDE REDUCIR EL RIESGO EMPRESARIAL:

La gestión de vulnerabilidades debe tomarse como una responsabilidad compartida que no vive sólo sobre el área de TI y seguridad, pues durante todo el proceso se debe involucrar a cada responsable de un activo y de los servicios asociados al mismo, podemos incluir:

  • Áreas de negocio: Se debe colaborar en la identificación de activos críticos, la evaluación del impacto potencial de las vulnerabilidades y la toma de decisiones sobre la mitigación de riesgos.

  • Operaciones: Deben implementar las soluciones de mitigación, realizar pruebas de seguimiento y garantizar la continuidad del negocio en caso de incidentes de seguridad.

  • Gestión de riesgos: Debe asesorar en la evaluación del apetito al riesgo de la organización y la priorización de las vulnerabilidades.

  • Comunicación: Las diferentes áreas y partes interesadas deben poder comunicarse de manera efectiva.

RECOMENDACIONES PARA MEJORAR
LA ADMINISTRACIÓN DE VULNERABILIDADES:

  • Una política de gestión de vulnerabilidades clara: La política debe definir los roles y responsabilidades de las diferentes áreas involucradas, así como los procedimientos para la identificación, evaluación, priorización, mitigación y reporte de vulnerabilidades, los plazos para la toma de medidas y las métricas para medir la efectividad del programa.

  • Implementar herramientas de escaneo y análisis de vulnerabilidades confiables: Seleccionar herramientas que sean adecuadas para el tamaño y la complejidad de la organización, que proporcionen información precisa y actualizada sobre las vulnerabilidades y que se integren con otros procesos de seguridad.

  • Capacitar al personal en la gestión de vulnerabilidades: Capacitar a los empleados para comprender los riesgos asociados con las vulnerabilidades, utilizar herramientas de escaneo y análisis y participar activamente en el proceso de gestión de vulnerabilidades.

  • Realizar pruebas de penetración regulares: Contratar a expertos en seguridad para realizar pruebas de penetración regulares que simulan ataques reales con el objetivo de encontrar vulnerabilidades que las herramientas automatizadas no hayan detectado y evaluar la efectividad de las medidas de seguridad implementadas.

    Considere la integración con otros procesos de seguridad: La gestión de vulnerabilidades debe integrarse con procesos de gestión de identidades y accesos (IAM), gestión de configuración y respuesta a incidentes para crear un sistema de seguridad completo y proactivo.

    Medir y monitorear la efectividad del programa: Establecer métricas y KPIs clave para evaluar la efectividad del programa de gestión de vulnerabilidades, como la cantidad de vulnerabilidades identificadas, el tiempo promedio de respuesta, la tasa de mitigación y el impacto en los riesgos del negocio.

    Mejorar continuamente el programa: Revise regularmente el programa de gestión de vulnerabilidades para encontrar áreas de mejora e implementar las acciones necesarias para maximizar su efectividad y adaptarlo a nuevas amenazas y tecnologías.

CONCLUSIÓN

La gestión de vulnerabilidades es un proceso continuo que requiere participación y atención constante. Al implementar las mejores prácticas y recomendaciones mencionadas, las organizaciones pueden aumentar significativamente su nivel de seguridad y proteger sus activos valiosos de ciberataques.

Este artículo proporciona un análisis completo y detallado de las mejores prácticas para la gestión de vulnerabilidades organizacionales. Las organizaciones pueden fortalecer significativamente su postura de seguridad cibernética y reducir el riesgo de sufrir ataques exitosos al comprender la importancia de este proceso, implementar las recomendaciones adecuadas y contar con el compromiso de las diferentes áreas involucradas.