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SEGURIDAD EN LA INDUSTRIA HOTELERA. DESTINO: LA PLAYA

De acuerdo con la Secretaría de Turismo en el mismo comunicado de septiembre del 20222, los centros de playa, tuvieron un nivel de ocupación de 66.3%, 22 por ciento más que el año anterior en el mismo periodo (44.3% enero a julio de 2021). Y es que las playas de México son uno de los destinos favoritos de turistas nacionales e internacionales.

De acuerdo con la Secretaría de Turismo en el mismo comunicado de septiembre del 20222, los centros de playa, tuvieron un nivel de ocupación de 66.3%, 22 por ciento más que el año anterior en el mismo periodo (44.3% enero a julio de 2021). Y es que las playas de México son uno de los destinos favoritos de turistas nacionales e internacionales.
Este mismo reporte señaló que de los 70 centros turísticos monitoreados por Data Tur recibieron a 45.6 millones de visitantes; de los cuales 21.6 millones fueron turistas hospedados en cuartos de hoteles en playa, destino que representa diferentes retos de seguridad y riesgos a los de otros centros turísticos.
“En 2021, México recibió poco más de 14 millones de visitantes internacionales. Durante ese mismo año, Cancún fue el líder en recibir turistas internacionales por vía aérea, esto sin alcanzar todavía los niveles de visitantes que arribaron antes de la pandemia. En materia de seguridad, esto representa un gran reto para quienes tenemos la gran responsabilidad de proporcionar un óptimo entorno de seguridad en los destinos e instalaciones turísticas en las que nuestros visitantes se alojan. De ahí que el Modelo de Seguridad, debe ser un modelo actual y cambiante que no sólo contemple los ‘riesgos cotidianos’ que se viven día a día, sino aquellos que se van manifestando de manera específica en cada ubicación geográfica del país”, señaló Erick Mancera, Corporate Director of Security en Karisma Hotels & Resorts.
El experto también comentó que en su opinión, los mayores problemas que afectan a la industria hotelera son los altos índices de inseguridad, el crimen organizado y la alta demanda en el consumo de estupefacientes por parte de los visitantes a destinos como la Península de Quintana Roo. Y actualmente también es un problema la falta del recurso humano honesto. “El alto deterioro que hoy en día sufre nuestra sociedad hace también que cada vez sea más complicada la contratación de empleados con este nivel de principios”.
Ante estos problemas, los expertos realizan un análisis de riesgos que no sólo incluye ubicación geográfica del complejo, sino también la inseguridad a su alrededor y los huéspedes a quienes está dirigido o llegan a éste. Ante estas situaciones, implementan diferentes estrategias y se apoyan de la tecnología.
“Durante las últimas dos décadas el uso de la tecnología en la industria de la hospitalidad ha sido parte fundamental en la seguridad del huésped, por lo tanto, se tiene que seguir invirtiendo en tecnología para incrementar la seguridad de las instalaciones como: control de accesos peatonales, vehiculares, plataformas seguras del manejo de la información, cámaras de seguridad, paneles indicadores de seguridad”, comentó César Omar Suárez Fuentes, consultor de Seguridad Integral para empresas del sector turismo.
Quien además recomienda invertir y mantener la capacitación constante y la profesionalización del elemento de seguridad ante la evolución del modus operandi de la delincuencia (certificar al elemento de seguridad hotelera); crear estrategias para disminuir la rotación del personal; estudiar los salarios acordes al perfil de puesto y regiones; revisar anualmente el plan de trabajo y la gestión de riesgos ante las amenazas naturales (atmosféricos, geológicos, hidrológicos), y por la mano del hombre (asaltos, robos hormiga, fraudes, intrusión, drogas, estupefacientes y alcoholismo, extorsión, cobro de piso, muertes súbitas, etc. “Un equipo bien organizado e informado, es menos vulnerable ante las amenazas que la rodean”.

¿HUÉSPEDES O PERSONAL, QUIÉNES SON LOS MÁS VULNERABLES?

México es reconocido por la hospitalidad de sus diferentes destinos turísticos, la atención se la llevan los huéspedes ya sean nacionales o internacionales, pero ¿quiénes son los actores más vulnerables en esta industria?
“Para nosotros todas las personas son importantes y nuestra estrategia de seguridad va encaminada primero a la protección de las personas, sean estas huéspedes, clientes, visitantes, colaboradores, socios de negocio, etcétera. Sin embargo, ponemos principal atención también en las personas más vulnerables, como las niñas y niños que nos visitan. 
Tenemos propiedades temáticas como Nickelodeon Hotels & Resorts, que están 100% enfocadas a que nuestros pequeños huéspedes y visitantes disfruten de una estadía con las más estrictas medidas de seguridad en las que ellos siempre serán la prioridad para nosotros en todos los sentidos de la palabra. Cumplimos con medidas de seguridad y protección internacionales que aseguran que contemos con el personal capacitado y las instalaciones adecuadas para su permanencia y disfrute durante su estancia”, explicó Erick Mancera.
También se ocupan del cuidado y protección de las mujeres y para ello cuentan con protocolos bien estructurados que les permiten actuar de manera eficiente ante cualquier situación de riesgo que pudieran enfrentar. Karisma Resort fue de las primeras cadenas hoteleras que contaron con un protocolo bien definido y alineado con las instancias de gobierno para atender adecuadamente los casos de acoso y agresión sexual que tanto afecta a las mujeres en México.
Los destinos turísticos de playa enfrentan además de forma más recurrente riesgos naturales que a lo largo de los años hemos visto las consecuencias y aún así, gracias al trabajo de todo el personal, logran superar huracanes como el Wilma en 2005, en donde el monto acumulado de los daños causados por este fenómeno se estimó en 18 mil 773 millones de pesos (poco más de un millón de dólares). “El grueso de los daños (97%) los sufrió Quintana Roo y de estos a su vez el sector turístico absorbió el 94% del total de pérdidas sufridas… Es importante destacar que en ambos estados (Quintana Roo y Yucatán), las medidas preventivas y reactivas ante la emergencia lograron que no se registraran decesos atribuibles a Wilma, tampoco efectos graves en las condiciones de salud de la población”3.
Además de estos riesgos, con la pandemia enfrentaron otro reto de gran escala. “Es de entender que esta crisis nos obligó a tomar fuertes medidas y cambios no sólo a corto plazo si no tal vez permanente. Nosotros realizamos campañas publicitarias de atracción: hoteles y destinos turísticos seguros. Buscamos las certificaciones de protocolo frente al COVID-19 de hotel seguro. Participamos en seminarios y jornadas de formación donde se comparten experiencias de buenas prácticas. Estuvimos en contacto permanente con las autoridades de sanidad correspondientes. Creamos Comités de Bioseguridad COVID-19”, explicó César Omar Suárez.
También existen otras herramientas y estrategias de seguridad que ayudan a mantener el objetivo de esta área en los hoteles. Una de ellas es la teoría del riesgo de seguridad que, como comentó el experto, se ha desarrollado y avanzado mucho a través de los años. 
“Primero hay que entender qué es el riesgo: Vulnerabilidad + Amenaza= Riesgo. Teniendo esto en cuenta, la operación de seguridad hotelera debe estar enfocada a cuidar y proteger las vulnerabilidades para evitar ser impactadas por las amenazas. Para que esta estructura funcione, la organización debe tener una cultura de la prevención que genere innovación y mejora continua. actitudes y conductas responsables, participación y trabajo en equipo, formación continua, conciencia por la protección del entorno”, puntualizó.

LOS 5 TIPS DE RESILIENCIA PARA EL DIRECTOR DE SEGURIDAD: ERICK MANCERA 

Paz y salud mental. Un profesional de la seguridad a diario puede vivir situaciones de estrés que ponen a prueba sus emociones, para ello hay que estar plenamente preparado para poder reaccionar de la mejor manera posible ante ellas. Existen cursos y bibliografía que puedan ayudarnos a incrementar nuestra Inteligencia Emocional y gestionar de la mejor manera nuestras emociones.
Mantener relaciones sanas y provechosas. Las buenas relaciones de índole familiar, profesional y social siempre nos permitirán ayudar y ser ayudados, condición necesaria que requiere el ser humano que le redunda en su bienestar personal.
Interpretar de manera eficiente y oportuna la situación de inseguridad que estamos viviendo cada día en nuestro entorno. No podemos cambiar los hechos, pero sí la manera en la que debemos de actuar para que esto no nos afecten o dañen considerablemente. 
Establecer objetivos claramente definidos y realistas, así como, asegurarse de cumplirlos.
¡Ser valientes! Es preciso ejecutar acciones decisivas y contundentes. Un profesional de la seguridad debe atender de frente las situaciones por más adversas que pudieran parecer, pero, con inteligencia y estrategia, anteponiendo siempre su integridad física y la de los demás. Esta para proteger vidas y no exponerlas irresponsablemente.